La historia comienza en Otoño de 1942, la invasión del norte de África iban bien, el mariscal Rommel se batía en retirada y el mando británico del meditarraneo tenía los ojos puestos en las playas sicilianas. Los alemanes lo esperaban así que reforzaron la costa siciliana para cerrar esa puerta al continente.
Los ingleses tenían que hacer creer a los alemanes que no había ningun desembarco en Sicilia. Entonces la idea llegó.... Un oficial propuso la siguiente estratagema: Los alemanes sabían que los oficiales llegaban a África sobrevolando las costas españolas, por que no lanzar un cadaver de uno de esos oficiales, con documentación falsa para hacer creer que el desembarco se iba a producir en otro sitio?.
Por aquel entonces, España era una nación neutral y, por lo tanto, un gran hervidero de espías. Tanto el M.I 5 como la Abwehr tenían una oficina permanente en Madrid, y la política española era germanófila. Así que la idea podría tener éxito.
En Londres, se dio luz verde a dicha proposición y en los ficheros se le dio el nombre de Operación Mincemeat (Carne Picada).
El equipo de Ewen Montagu, director del Servicio de Seguridad (MI5), se puso manos a la obra, e iniciaron la creación de la identidad del Mayor Martin.
Lo primero fue encontrar el cadaver apropiado, pues no servía cualquiera ya que, supuestamente, el avión del mayor se habría estrellado en el mar, entonces el cadaver tenía que tener los síntomas de muerte por inmersión. Bueno, pues les sonó la flauta, puesto que a los pocos días murió un hombre de mediana edad, de pulmonía. Uno de los síntomas de esta enfermedad es el encharcamiento de los pulmones. Ya tenían el cuerpo.
El segundo reto fue crear la identificación con fotografía del Mayor Martin. Todas las fotos realizadas se notaba que el muerto estaba bien muerto, asi que tenían que encontrar a alguien que se pareciese, y en una reunión de jefes, apareció el doble cuasiperfecto del mayor.
El tercer reto, fue dotarle de personalidad. Se creo a un William Martin, como un oficial ingenioso y experto en desembarcos, causa de su traslado al Norte de África. Y como, casi todos los jóvenes de la época, manirroto y con ciertos problemas bancarios, entre los documentos que debía portar, se incluyó una carta del Lloyd´s Bank instándole que pagara un descubierto de 80 libras esterlinas.
El mayor Martin, llevaría una cartera con todos esos papeles, enseres personales: cepillo, tabaco, reloj de pulsera, dos entradas de teatro usadas de la noche anterior a su movilización y una factura de 50 libras de un anillo de compromiso (probablemente el causante del descubierto).
Además, llevaría la información importante objeto de su misión: dos cartas, una de Sir Archibald Nye, General Segundo jefe del Estado Mayor Imperial (bfff esa creencia británica de que son un imperio......), al General Alexander, comandante del teatro de operaciones en África. Dicha carta, se dejaba entrever que los objetivos posibles para el desembarco serían Grecia o Cerdeña. Para reforzar la treta pusieron otra carta de Lord Louis Mountbatten, jefe de las Operaciones Combinadas (comandos), al Almirante Sir Andrew Cunningan, comandante en jefe del Mediterraneo. La carta tenía que hacer creer a los alemanes que, el desembarco sería en Sicilia. Además, la carta concluía comentando:" Creo que encontrará en Martin al hombre adecuado, pero os ruego volvermelo a mandar una vez terminado el ataque. Podría, de paso, traernos unas sardinas... aqui están racionadas!!!!". Una broma un poco forzada, referida al nombre local de Cerdeña (Sardinia o Sardegna).
Está todo preparado, el mayor William Martin embarcó en el submarino "Seraph" a las seis de la tarde del 19 de abril de 1943, eso sí, durmiendo en una caja metálica llena de hielo artificial.
Navegaron 10 días y a las 4 de la mañana llegaron a la zona indicada (1500 m de la costa), emergieron y soltaron a nuestro héroe rumbo a la guerra.
Esa misma mañana un pescador español encontró el cadaver en la playa y avisó a las autoridades, y estás a las autoridades británicas, se ofició un misa y se enterró al oficial. La embajada inglesa en Madrid, recibió notificación de Londres que el mayor portaba unos documentos importantísimos que no les habían sido devueltos, la embajada transmitió la queja a las autoridades españolas y estas a su vez a.....Tachannnnnn!!!! a Adolf Clauss, el jefe de la Abwehr en Andalucía, un espía muy eficaz, que había participado en la Guerra Civil como miembro de la Legión Cóndor. Simpatizante de Falange y con contactos a todos los niveles entre las autoridades españolas, desde su finca de La Rábida (Huelva), organizaba labores de sabotaje y vigilancia de los barcos británicos en el Estrecho.
Los papeles fueron devueltos, tras unos análisis los ingleses se dieron cuenta que las cartas habían sido abiertas y cerradas de nuevo cuidadosamente. Habrían mordido el cebo?.
Al mes siguiente, se llevó a cabo la Operación Husky desembarcando con éxito las tropas aliadas en Sicilia, abriendo la puerta al posterior desembarco en Italia y la caida de Mussolini. El Mayor Martin había completado con éxito su primero y única misión.
Acabada la guerra, se encontraron correspondencia entre el almirante Dönitz y Hitler, decidiendo reforzar Cerdeña y el Peloponeso.
Esta acción supuso un cambio radical en la manera de hacer la guerra. Durante la I Guerra Mundial ganaba la nación que podía mandar más hombres a las trincheras, era una guerra de desgaste, la II supuso la entrada de un elemento nuevo, la inteligencia militar, los espías. El soldado principal sería la información. En la II Guerra Mundial, ganaría la nación que más información tuviera sobre el enemigo.
Tras algunas investigaciones se descubrió que nuestro heroe, en realidad se llamaba Glyndwr Michael un vagabundo originario de Cardiff, Gales que falleció de pulmonía en las frías noches londinenses.
Sobre este hecho, teneis un libro y una película del 53 con el mismo nombre.
www.youtube.com/watch?v=hMUZrStsiv0
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