Me ha sido dificil poner el título de esta entrada, puesto que la guerra en Yugoeslavia fue algo diferente.
Desde su creación en 1918, tras la disolución del Imperio austrohúngaro al perder la IGM, con el nombre de Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios, pasando unos meses después a llamarse Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, hasta su denominación definitiva de Reino de Yugoslavia en 1929, este territorio ha sido protagonista de tensas relaciones políticas y varios cambios de gobierno.
Al disolverse el Imperio Austro-Húngaro, el emperador Carlos y la sociedad internacional permitió que las zonas de habla y cultura eslava tuvieran la posibilidad de unirse, y se creó el Estado de los Eslovenos, Croatas y Servios, se celebraron las primeras reuniones de representantes de los distintos
partidos serbios, croatas y eslovenos austrohúngaros en Zagreb, por
iniciativa de los diputados de estos partidos en las cortes austriacas
(el llamado «club yugoslavo»). Entre las principales fuerzas ausentes se encontraban la Coalición Croato-Serbio, en Gobierno regional, y el Partido Campesino Croata. Estos dos partidos querían una verdadera independencia, no pertenecer a las cortes austriacas, asi que se unieron al Reino de Serbia y Montenegro.
Unos meses después se formó Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos con el príncipe regente Alejandro I a la cabeza.
A pesar de los intentos del emperador de evitar la desintegración del Imperio, el 29 de octubre de 1918 la junta de Zagreb proclamaba la independencia de los territorios eslavos sureños. El 18 de noviembre de 1918, la nueva asamblea revolucionaria de Montenegro declaraba la unión del reino con el Reino de Serbia.
Finalmente, el 1 de diciembre de 1918, una delegación de la junta nacional de Zagreb viajó a Belgrado y ofreció la jefatura del Estado al príncipe regente de Serbia, Alejandro, que proclamó el nuevo Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. La incapacidad de la Junta de Zagreb de formar unas fuerzas armadas
suficientes para controlar los disturbios sociales y el temor a los
Ejércitos austriaco e italiano hicieron que la elite de los territorios
austrohúngaros se precipitase a solicitar la ayuda serbia, sin
establecer condiciones. Únicamente el lider del Partido Campesino Croata, Stjepan Radić se niega a esa solicitud, cuyas consecuencias aumentarían la tensión entre las diferentes etnias y culturas, ya que Serbia se convierte en el territorio más poderoso de éste frágil reino. Los funcionarios y personal administrativo de los edificios gubernamentales pasan a ser exclusivos de la población serbia. Los mandos militares bosnios y croatas son licenciados y despedidos, y son reemplazados por militares serbios. La clase burguesa serbia acapara comercios y se pide una reforma agraria que nunca llega. El Partido Campesino Croata lidera esta reforma en el parlamento pero existe veto, y lo unico que consigue es medio paralizar otras enmiendas.
El culmen de las tensiones políticas llegó el 20 de Junio de 1928, con el asesinato de Radić, su sobrino Pavle y otros parlamentarios croatas a manos de un diputado fanático montenegrino, Puniša Račić.
El asesino, enfurecido por las tácticas dilatorias y obstruccionistas
de Radić en la cámara, disparó contra estos, hiriendo al dirigente
croata de muerte y asesinando a otros dos diputados. Radić fue trasladado a Zagreb, donde falleció dos meses después (8 de agosto de 1928). Ante la crisis política creada y los disturbios del asesinato, el rey Alejandro se vio obligado a decretar estado de sitio y establecer una dictadura.
El periodo dictatorial siguió siendo tenso y se empezaron a crear facciones extremas de diferentes ideologías que aprovecharon el advenimiento de la II Guerra Mundial, para demostrarse los unos a los otros el odio contenido. Estas facciones se pueden resumir en tres: Los Ustashas, Los Chetniks y los partisanos comunistas.
Los Ustashas.
Llamados también los Alzados o Insurrectos, creados en los años 30 por el Secretario General del Partido Puro de los Derechos, principal opositor de la dictadura de Alejandro I y adalid de la independencia de la Gran Croacia, Ante Pavelic. Ante Pavelic creó este movimiento en el exilio, ya que como opositor de Alejandro estuvo preso unas cuantas veces, primero se exilió a Alemania, se le expulsó y con pasaporte español fue a Italia donde Mussolini le aceptó sin problema. Formó las primeras células ustasha con dinero y material italiano y consiguió establecerlas en la frontera con Yugoslavia y empezó a hacerse fuerte en el reino. A finales de 1931, Pavelić ya había logrado reunir a un cierto número de voluntarios. Parte de ellos eran trabajadores croatas emigrados en países europeos,
convencidos de la inminencia de la revuelta en Croacia contra la
dictadura real. El primer campo de entrenamiento se estableció en Bovegno en el invierno de 1931-1932. En 1932 comenzó a publicar un periódico del Partido, el Ustaša, vijesnik hrvatskih revolucionara (El Insurrecto: el heraldo de los revolucionarios croatas) y en junio de 1933 publicó los Principios del movimiento Ustaša. Estos, junto con los estatutos de la organización, redactados en 1932, constituían los fundamentos formales de la misma. En ellos defendía una postura de exclusividad nacional: todo territorio
poblado en aquel momento o en el pasado por croatas era considerado
croata y ninguna otra comunidad tenía derecho a asentarse en el mismo. Rechazaba de plano cualquier posibilidad de formar un Estado común con las demás comunidades eslavas. Desde el comienzo, su movimiento fue profundamente hostil a los serbios y fomentó la violencia.
Su objetivo era la consecución de la independencia croata mediante la
disolución del Estado yugoslavo mediante el terrorismo y la revolución
armada.
Durante el ingreso en la organización, los nuevos reclutas debían jurar
ante un crucifijo, una granada, un cuchillo y una pistola defender los
diecisiete principios del movimiento. El culmen del movimiento fue el asesinato del rey Alejandro I en Marsella, el 9 de octubre de 1934 junto con el ministro de Asuntos Exteriores francés Louis Barthou.
Alemania invadió Yugoslavia el 6 de abril de 1941, y Ante Pavelic y sus Ustashas entraron con las fuerzas italianas, con el apoyo alemán dió un golpe de estado y creó el Estado Independiente de Croacia, claramente proalemán (como es obvio). Fue un mandato totalitario, se proclamó poglavnik, que era un neologismo proveniente de poglavnar,
el jefe de clan, en croata, figura tradicional en la cultura campesina,
que representaba a una figura de autoridad y rigidez, reacia a los
compromisos.
Aunque sus recursos, puertos e industria estaban controlados por alemanes e italianos, Pavelic se dedicó a luchar contra sus verdaderos enemigos que eran los Chetniks y los partisanos comunistas. Durante su régimen levantó campos de trabajo, concentración y exterminio, los presos de estos campos eran judíos (los menos), Gitanos, y sobre todo Chetniks y partisanos comunistas, a los que más odio tenía eran a los serbios y bosnios. De estos campos, el más importante fue el de Jasenovac, donde sus guardias hacían concursos de cuantos presos podían ejecutar en un día. La tortura y la muerte estaban a la orden del día, pero lo hacían al aire libre, a la vista de todos los presos.
Hay que mencionar la creación de la unidad militar más famosa de los Ustashi, fue la Legión Negra (Crna Legija).
Creada en Sarajevo en 1941, para la salvaguarda del recién creado Estado Independiente de Croacia, estuvo formada en su mayoría por croatas, pero también formaron parte de ella, soldados bosnios que huían de las carnicerias Chetniks, cuyo comandante fue Jure Francetić. Francetić y sus Ustašas empezaron a buscar voluntarios en esta región, y
los resultados fueron excelentes. Hombres y muchachos, cuyas familias
habían sido masacradas por los Chetniks, o cuyas casas y pertenencias
habían sido quemadas, acudieron en masa para unirse a las cada vez
mayores filas de Francetić, en muchos casos por una sola razón:
venganza.
Para Septiembre del 41, la unidad de Francetić había sido renombrada Batallón Ustaša de Francetić (Francetićeva Ustaša Bojna),
y contaba con una fuerza de 850 hombres. Este numero siguió creciendo,
hasta llegar a unos 1.200 en Diciembre del mismo año, y fue reorganizado
en una formación móvil de asalto para servir en la región de Sarajevo.
Los Chetniks.
Eran miembros de una organización guerrillera nacionalista, conservadora y monárquica serbia, que debía su nombre a un movimiento serbio de oposición al Imperio otomano del siglo XIX. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Yugoslavo de la Patria (en serbio: Jugoslovenska vojska u otadžbini, JVUO), al que también se llamaba chetniks (por derivación de la palabra serbocroata adaptada del turco - četa, que significa «compañía militar»), fue fundado el 13 de mayo de 1941 en Ravna Gora por el coronel Dragoljub Mihajlović como fuerza leal a la monarquía yugoslava en el exilio tras la derrota yugoslava frente al Eje. Entre los chetniks de Mihailović, aparte de serbios y montenegrinos —que constituían el grueso de las fuerzas— había un pequeño porcentaje de eslovenos, croatas y bosnios.
Los chetniks de Mihajlović representaron principalmente a la
vieja política serbia en la guerra civil que, en medio del conflicto
mundial y la división territorial del país entre los ocupantes y las
distintas fuerzas nacionalistas, les enfrentó a las fuerzas
revolucionarias controladas por los comunistas yugoslavos. Decididos a crear zonas exclusivamente serbias en Croacia y Bosnia-Herzegovina, unidades chetniks cometieron atrocidades contra croatas, musulmanes y supuestos comunistas en las tres regiones.
Esta facción cuyo comandante era un antiguo militar serbio que vivió su época dorada, cuando Alejandro I estaba en el poder, era igual de extremista que los Ustashis. Eran cristianos ortodoxos y tenían un odio atroz a los católicos y musulmanes.
De las tres facciones, ésta es la menos constante, es decir, no tenía un mando fuerte constituida en un principio para combatir a la fuerza invasora (eje), pronto hubo disensiones y parte de las fuerzas querían combatir a sus verdaderos enemigos (croatas, bosnios y comunistas). Así que, unos siguieron combatiendo al eje, otros combatían a los comunistas de Tito, con material alemán y otros simplemente arrasaban poblaciones por el mero hecho de ser musulmanes.
Mihajlović tuvo que hacer frágiles alianzas con Tito, para combatir a los alemanes, con sus generales abiertamente anticomunistas para que no se disgregase su ejercito, con los alemanes para que Tito no ocupara Croacia. Su facción estaba abocada al fracaso.
El Ejército Popular de Liberación y Separación Partisana de Yugoslavia.
Llamados simplemente Partisanos cuyo objetivo principal era la creación de un estado comunista en Yugoslavia. En este sentido, el Partido Comunista de Yugoslavia
intentó aglutinar a los diversos grupos étnicos del país, con la
preservación de los derechos de cada grupo. Los objetivos del movimiento
de resistencia rival, los chetniks, eran la permanencia en el poder de la monarquía yugoslava, así como garantizar la seguridad de la población étnica serbia, y la creación de una Gran Serbia.
Las relaciones entre ambos movimientos fueron turbulentas desde el
principio, pero desde octubre de 1941 éstas degeneraron en un conflicto a
gran escala.
La primera unidad partisiana fue la de Sisak,
oficialmente fundada cerca de la ciudad croata homónima el 22 de junio
de 1941. Sin embargo, varias formaciones militares con más o menos
algunos vínculos con el Gobierno de Yugoslavia estuvieron involucradas
en varias confrontaciones con las fuerzas del Eje, lo cual hizo erupción
principalmente en el área serbia de Yugoslavia siguiendo la Operación
Barbarroja. El Gobierno yugoslavo decidió formalmente lanzar un
levantamiento el 4 de julio de 1941, una fecha que fue posteriormente
recordada como el Día del Combatiente durante la República Federal
Socialista de Yugoslavia. El 21 de diciembre de 1941 los partisanos
formaron la primera Brigada del Proletariado, una unidad capaz de operar
fuera de su zona local. En 1942 estas unidades y otras divisiones
partisanas se unieron en una fuerza regular, el Ejército Yugoslavo, el 1
de marzo de 1945.
Los partisanos fueron comandados por el Mariscal Tito, de ideología comunista y sometido completamente al Politburó sovietico. Al principio los aliados estuvieron reticentes a la hora de apoyarle, por ser comunista y todo el mundo sabe lo que les gustan a los americanos los comunistas, y decidieron apoyar a los Chetniks serbios, fuerza que consideraban más apta ya que sus ideales eran restablecer la monarquía. Pero los aliados se dieron cuenta del doble juego Chetnik,asi que no les quedó más remedio que apoyar a Tito, pues sus fuerzas eran más estables.
De hecho, parte de sus mandos ya tenían experiencia en el combate, pues habían luchado en la guerra civil española, enrolados en las Brigadas Internacionales.
Siguiendo con este caos destructivo, los partisanos tuvieron su dosis de sangre y matanzas (no porque hayan sido los vencedores de la contienda yugoslava, quiere decir que sean los buenos del conflicto). Esta gente también odia, como en el transcurso de la guerra, vieron lo que hacían los Chetniks y Ustashas, entre ellos, a la población y a los partisanos, pues ellos también se unieron (parece ser que eso de masacrar mola), Tras la batalla de Poljana el 14 de Mayo de 1945, en el que
varios miles de independientistas balcánicos cayeron prisioneros de los
yugoslavos, se iniciaron las matanzas. En grandes fosas comunes miles de
soldados alemanes junto a prisioneros eslovenos, croatas y
montenegrinos fueron fusilados. En el acto murieron unas 30.000
personas. Ocurrió cerca de la frontera austríaca, pero también en esos
días junto a la demarcación con Italia varios prisioneros italianos
leales a la República de Saló que se habían rendido fueron ejecutados.
Además, víctimas del odio, Yugoslavia ajustició a través de
fusilamientos sin juicio a unos pocos voluntarios españoles que servían
en el Eje, ya que España había sido muy proclive a ese bloque
geopolítico; pero también a cosacos y rusos anti-comunistas procedentes
de Rusia; algunos húngaros expulsados de los antiguos territorios
perdidos por Hungría; caucásicos de la Ciscaucasia que ayudaban a los
croatas como chechenos, daghestanos o cherkeses; y árabes pro-alemanes
que al igual que los balcánicos luchaban por las repectivas
independencias de Marruecos, Argelia y Túnez.
A partir del 20 de Mayo de 1945, todos los prisioneros balcánicos en
Austria fueron entregados al Ejército Popular de Liberación Yugoslavo en
la frontera. Desde el mismo momento en que cientos de miles cayeron en
manos titistas, se fusiló a unos cuantos y a continuación empezó lo que
se conoció como las “marchas de la muerte”. Sin comida, ni agua, ni
descansos, se hizo caminar hasta la muerte a los reos, sometidos a
palizas, humillaciones y torturas. Las familias que marchaban con los
soldados prisioneros, también recibieron castigos, incluso hasta
violaciones las mujeres.
Las mayores matanzas ocurrieron en la región de Bleiburg, de ahí el
nombre “Masacre de Bleiburg”, pero lo cierto es que se efectuaron desde
Austria hasta el Banato en Serbia. La mayoría de víctimas en
Bleiburg fueron de 16.000 chetniks serbios y montenegrinos. En la
primera parada de la ruta mortal que pasaba por la localidad de Kocevje
en Eslovenia, se masacró a 30.000 nacionalistas eslovenos. Lo peor llegó
en la región de Tezna, donde se exterminó masivamente a 80.000 croatas,
de los cuales 50.000 habían sido soldados del Ejército Nacional Croata,
mientras que los otros 30.000 eran civiles con un gran porcentaje de
mujeres. Otros 14.000 ustachas croatas de la Legión Negra fueron
ejecutados en Maribor no mucho después. Alrededor de 30.000 croatas más,
se los ejecutó a mitad del recorrido, a estos les acompañaron 6.000
chetniks serbios que sufrieron el mismo trágico destino. Tampoco se
salvaron los nacionalistas bosnios musulmanes de Bosnia-Herzegovina, que
sometidos a burlas por su religión islámica se los mató sin piedad.
Exiliados de Georgia que habían luchado con los balcánicos, tampoco se
los perdonó, pues los yugoslavos ejecutaron sin más a 800 georgianos, a
los que ni siquiera su condición de extranjeros pudo salvar. Terminando
la ruta de la muerte que cruzaba Montenegro, varios miles de
montenegrinos fueron asesinados delante de sus compatriotas. El tramo
final fue Serbia y el Banato recién arrebatado a Rumanía, allí
fallecieron más serbios, junto a algunos rumanos y húngaros.
Zagreb, capital de Croacia y sus alrededores contuvieron la mayor parte
de las fosas comunes con 80.000 croatas y bosnios ejecutados. Las otras
mayores fosas fueron Bleiburg y Maribor con 40.000 cada una, así como
Kcevje con 30.000 o Huda Luknja con 25.000. El resto de fosas repartidas
por el país albergaba entre los 8.000 y 1.000 muertos.
Estas son algunas de las cifras del legado del gran Tito.
El final de los protagonistas fue distinto segun la facción.
En el caso de Ante Pavelic, lider de los Ustashas y del Estado Independiente de Croacia, el 6 de mayo de 1945, huyó de Zagreb a Austria, donde permaneció algunos meses antes de huir a Roma, donde la Iglesia Católica
lo ocultó a pesar de su condición de criminal de guerra (como se prueba
en documentos desclasificados de la inteligencia de los Estados Unidos). Detenido brevemente por los británicos en Austria, fue liberado. El centro de ayuda a los exiliados ustachas en Italia fue el Colegio de San Girolamo degli Illirici, dirigido por croatas, en noviembre de 1948, huyó a Argentina, en el vapor italiano Sestriere. Al llegar allí, hizo de consejero de seguridad del varias veces presidente Juan Domingo Perón. Perón dio más de 34 000 visados a croatas que huyeron del gobierno de Josip Broz "Tito". En abril de 1957, el Gobierno del mariscal Tito intentó en dos oportunidades asesinarlo por medio de los servicios secretos yugoslavos. Pavelić fue forzado posteriormente a huir de Argentina para evitar la detención y la extradición y encontró refugio en España, Murió en el ostracismo en un hospital alemán en Madrid el 28 de diciembre de 1959. Está enterrado en el cementerio madrileño de San Isidro.
En el caso de Dragoljub "Draža" Mihailovich, lider de los Chetniks y del regreso de la monarquía y del esplendor serbio.
Fue capturado por partisanos al este de Višegrad el 13 de marzo de 1946. Se escondía entonces en una madriguera de zorro que fue revelada por
uno de los subalternos de Mihailović, quizá intencionadamente.
Mihailovich fue juzgado como traidor y criminal de guerra en junio, siendo condenado a muerte en Belgrado. Murió ejecutado por un pelotón de fusilamiento (17 de julio de 1946). Únicamente le visitó en prisión su mujer ya que sus hijos le habían
denunciado como traidor y se habían pasado a los partisanos durante la
guerra. Sus restos fueron enterrados en una tumba sin marcar. El juicio no tuvo
garantías y Mihailović era inocente de algunos de los cargos, pero se
duda que Tito hubiese recibido mejor trato si hubiese sido el derrotado
en la guerra civil.
Y por último, en el caso del Mariscal Josip Broz "Tito", lider del Ejército Popular de Liberación y Separación Partisana de Yugoslavia y del partido comunista yugoslavo.
Después de los cambios constitucionales de 1974,
Tito cada vez más tomó el papel de estadista. Su participación directa
en la política interna y de gobierno iba poco a poco disminuyendo. Tito
hizo una visita de Estado a los Estados Unidos de América en 1978. Durante la visita se impuso estrictas medidas de seguridad en Washington D.C., debido a las protestas de los grupos anticomunistas croatas, serbios y albaneses.
Tito se puso cada vez más enfermo a lo largo de 1979. Durante este tiempo Vila Srna fue construido para su uso cerca de Morović en el caso de su recuperación. Entre 7 al 11 de enero, Tito ingresó en el Centro Médico Universitario de Liubliana
con problemas de circulación en las piernas. Su pierna izquierda fue
amputada poco después debido a una arteria constreñida. Murió en el
Centro Médico de Liubliana de una gangrena, el 4 de mayo de 1980
a las 15:05. Su funeral atrajo muchos estadistas del mundo. Basado en
el número de políticos asistentes y de delegaciones estatales, en su
momento fue el mayor funeral en la historia del Estado. Entre los asistentes figuraron cuatro reyes, treinta y un presidentes,
seis príncipes, veintidós primeros ministros y cuarenta y siete
ministros de Relaciones Exteriores. Vinieron de ambos lados del Telón de Acero, de 128 países diferentes.
En el momento de su muerte, comenzó a especularse sobre si sus
sucesores podrían seguir manteniendo unida a Yugoslavia. Las divisiones
étnicas y el conflicto crecieron y, finalmente, estallaron una serie de guerras civiles, una década después de su muerte.
A mi entender los políticos que crearon Yugoslavia, no tuvieron en cuenta la religión que se profesaba en estos territorios, y que, al empezar la II Guerra Mundial fue influyente para los actos que allí se cometieron. El reino contaba con numerosas religiones, siendo los croatas y eslovenos mayoritariamente católicos, los serbios ortodoxos y abundando en Bosnia y el sur del país los musulmanes.
Todas estas personas actuando con un odio reprimido, desde la época de cuando el Imperio Otomano ocupó estas regiones. Esperan cualquier acto, acción o decisión política para dar rienda suelta a esa destrucción deseada. Los propios alemanes no sabían lo que ocurría allí, mientras que Himmler y Hoess buscaban maneras de exterminar que no destrozaran la mente de los SS Totemkopf, los soldados yugoslavos, da igual la facción, lo hacían abiertamente, sin ningún tipo de remordimiento, como si de un fiesta se tratara.
A los aliados les pasaba lo mismo, no sabian a quien apoyar (en un principio) era una locura colectiva sin saber quienes combatían en Yugoslavia, ni por que?.